domingo, 18 de febrero de 2018

LECTURAS DEL DOMINGO I DE CUARESMA 18 DE FEBRERO (MORADO)


En aquel tiempo, el Espíritu impulsó a Jesús a retirarse al desierto.






ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 90, 15-16

Me invocará y yo lo escucharé; lo libraré y lo glorificaré; prolongaré los días de su vida.

No se dice Gloria.

ORACIÓN COLECTA

Concédenos, Dios todopoderoso, que por las prácticas anuales de esta celebración cuaresmal, progresemos en el conocimiento del misterio de Cristo, y traduzcamos su efecto en una conducta irreprochable. Por nuestro Señor Jesucristo.

LITURGIA DE LA PALABRA

Pondré mi arco iris en el cielo, como señal de mi alianza con la tierra.

Del libro del Génesis: 9, 8-15


En aquellos días, dijo Dios a Noé y a sus hijos: "Ahora establezco una alianza con ustedes y con sus descendientes, con todos los animales que los acompañaron, aves, ganados y fieras, con todos los que salieron del arca, con todo ser viviente sobre la tierra. Ésta es la alianza que establezco con ustedes: No volveré a exterminar la vida con el diluvio ni habrá otro diluvio que destruya la tierra".


Y añadió: "Ésta es la señal de la alianza perpetua que yo establezco con ustedes y con todo ser viviente que esté con ustedes: pondré mi arco iris en el cielo como señal de mi alianza con la tierra, y cuando yo cubra de nubes la tierra, aparecerá el arco iris y me acordaré de mi alianza con ustedes y con todo ser viviente. No volverán las aguas del diluvio a destruir la vida".

Palabra de Dios. 

Te alabamos, Señor.



Del Salmo 24

R/. Descúbrenos, Señor, tus caminos.


Descúbrenos, Señor, tus caminos, guíanos con la verdad de tu doctrina. Tú eres nuestro Dios y salvador y tenemos en ti nuestra esperanza. R/.

Acuérdate, Señor, que son eternos tu amor y tu ternura. Según ese amor y esa ternura, acuérdate de nosotros. R/. 
Porque el Señor es recto y bondadoso, indica a los pecadores el sendero, guía por la senda recta a los humildes y descubre a los pobres sus caminos. R/.


El agua del diluvio es un símbolo del bautismo, que nos salva.

De la primera carta del apóstol san Pedro: 3, 18-22

Hermanos: Cristo murió, una sola vez y para siempre, por los pecados de los hombres; Él, el justo, por nosotros, los injustos, para llevarnos a Dios; murió en su cuerpo y resucitó glorificado. En esta ocasión, fue a proclamar su mensaje a los espíritus encarcelados, que habían sido rebeldes en los tiempos de Noé, cuando la paciencia de Dios aguardaba, mientras se construía el arca, en la que unos pocos, ocho personas, se salvaron flotando sobre el agua. Aquella agua era figura del bautismo, que ahora los salva a ustedes y que no consiste en quitar la inmundicia corporal, sino en el compromiso de vivir con una buena conciencia ante Dios, por la resurrección de Cristo Jesús, Señor nuestro, que subió al cielo y está a la derecha de Dios, a quien están sometidos los ángeles, las potestades y las virtudes. 

Palabra de Dios. 

Te alabamos, Señor.


ACLAMACIÓN Mt 4, 4 




R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.


No sólo de pan vive el hombre, sino también de toda palabra que sale de la boca de Dios. R/.


Fue tentado por Satanás y los ángeles le servían.

Del santo Evangelio según san Marcos: 1, 12-15


En aquel tiempo, el Espíritu impulsó a Jesús a retirarse al desierto, donde permaneció cuarenta días y fue tentado por Satanás. Vivió allí entre animales salvajes, y los ángeles le servían.


Después de que arrestaron a Juan el Bautista, Jesús se fue a Galilea para predicar el Evangelio de Dios y decía: "Se ha cumplido el tiempo y el Reino de Dios ya está cerca. Conviértanse y crean en el Evangelio". 

Palabra del Señor. 

Gloria a ti, Señor Jesús.


Se dice Credo

PLEGARIA UNIVERSAL

Con fe, pidámosle a Dios que escuche la oración de su pueblo. 

Después de cada petición diremos: Señor, ten piedad (o bien: Kyrie eléison).


Por la santa Iglesia de Dios, para que, perseverando en su esfuerzo cuaresmal, reciba consuelo en la resurrección de Cristo y encuentre en ella la prenda de su gloria futura. Oremos. 

Por cuantos tienen autoridad en nuestra patria y en todo el mundo, para que bajo su gobierno, vivamos en paz y concordia, glorificando a Cristo, nuestra esperanza. Oremos. 

Por los enfermos y por los que sufren, por los que están lejos de su hogar y por los que no tienen trabajo, para que encuentren en nuestra caridad ayuda y consuelo. Oremos. 

Por los hombres y las mujeres que integran las fuerzas armadas, para que Jesús sea su modelo de servicio dedicado, atento y respetuoso. Oremos.


Por todos nosotros, para que nos arrepintamos sinceramente de nuestros pecados y participemos con Cristo en la renovación pascual. Oremos.

Escúchanos, Padre, y danos la vida nueva de Jesucristo. Que vive y reina por los siglos de los siglos.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Te pedimos, Señor, que nos hagas dignos de estos dones que vamos a ofrecerte, ya que con ellos celebramos el inicio de este venerable misterio. Por Jesucristo, nuestro Señor.

PREFACIO

En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo, Señor nuestro. Porque El mismo, al abstenerse durante cuarenta días de tomar alimento, consagró la práctica de nuestra penitencia cuaresmal y, al rechazar las tentaciones del enemigo, nos enseñó a superar la seducción del pecado, para que, después de celebrar con espíritu renovado el misterio pascual, pasemos finalmente a la Pascua eterna. Por eso, con los coros de los ángeles y santos, te cantamos el himno de alabanza, diciendo sin cesar: Santo, Santo, Santo...

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Mt 4, 4

No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que viene de Dios.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Alimentados, Señor, de este pan celestial que nutre la fe, hace crecer la esperanza y fortalece la caridad, te suplicamos la gracia de aprender a sentir hambre de aquel que es el pan vivo y verdadero, y a vivir de toda palabra que procede de su boca. Por Jesucristo, nuestro Señor.

ORACIÓN SOBRE EL PUEBLO


Derrama sobre tu pueblo, Señor, la abundancia de tu bendición para que su esperanza crezca en la adversidad, su virtud se fortalezca en la tentación, y alcance la redención eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.

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