sábado, 20 de enero de 2018

LECTURAS DEL SÁBADO II DEL T. ORDINARIO 20 DE ENERO MISA POR LA UNIDAD DE LOS CRISTIANOS C (VERDE)


Jesús entró en una casa con sus discípulos y acudió tanta gente, que no los dejaban ni comer.






ANTÍFONA DE ENTRADA Ef 4, 4-6

Un solo cuerpo y un solo Espíritu, como es también sólo una esperanza del llamamiento que ustedes han recibido. Un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo, un solo Dios y Padre de todos, que reina sobre todos, actúa a través de todo y vive en todos.

ORACIÓN COLECTA

Mira, Señor, con bondad a tu pueblo y derrama sobre él los dones de tu Espíritu, para que crezca siempre en él el amor a la verdad y busque, con firme propósito y con obras, la perfecta unidad de los cristianos. Por nuestro Señor Jesucristo...

LITURGIA DE LA PALABRA

¿Por qué cayeron los valientes en medio de la batalla?

Del segundo libro de Samuel: 1, 1-4. 11-12. 17. 19. 23-27


En aquellos días, después de derrotar a los amalecitas, David se fue a Siquelag y ahí permaneció dos días. Al tercer día llegó un hombre del campamento de Saúl, con los vestidos rotos y la cabeza cubierta de polvo. Llegó a donde estaba David y se postró en señal de reverencia. David le preguntó: "¿De dónde vienes?" Él respondió: "Vengo huyendo del campamento de Israel". David le preguntó: "¿Qué ha pasado? Cuéntamelo". Él respondió: "El pueblo fue derrotado en la batalla y huyó.


Muchos cayeron y entre los muertos se encuentran Saúl y Jonatán". Entonces David rasgó sus vestiduras, y lo mismo hicieron los que estaban con él. Prorrumpieron en lamentaciones y llanto, y ayunaron hasta la noche por Saúl y Jonatán, por el pueblo del Señor y por la casa de Israel, pues habían muerto a espada.

Entonces David entonó una elegía por Saúl y su hijo Jonatán: "Tus héroes, Israel, han sido inmolados en tus montañas. ¿Por qué cayeron los valientes? Saúl y Jonatán, queridos y admirados, inseparables en la vida y unidos en la muerte, más veloces que las águilas y más fuertes que los leones.

Hijas de Israel, lloren por Saúl, que las vestía de púrpura y de lino y las cubría de joyas y de oro.

¿Por qué cayeron los valientes en medio de la batalla? Jonatán yace muerto en tus montañas. Por ti, Jonatán, hermano mío, estoy lleno de pesar. Te quise con toda el alma y tu amistad fue para mí más estimable que el amor de las mujeres. ¿Por qué cayeron los valientes y pereció la flor de los guerreros?" 

Palabra de Dios. 

Te alabamos, Señor.


Del salmo 79

R/. Señor, vuelve tus ojos a nosotros.

Escúchanos, pastor de Israel, que guías a José como un rebaño; tú, que estás rodeado de querubines, manifiéstate; ante la ruina de Efraín, Benjamín y Manasés, despierta tu poder y ven a salvarnos. R/.

Señor, Dios de los ejércitos, ¿hasta cuándo seguirás airado y sordo a las plegarias de tu pueblo? Nos has dado llanto por comida y por bebida, lágrimas en abundancia. Somos la burla de nuestros vecinos, el hazmerreír de cuantos nos rodean. R/.


ACLAMACIÓN  Cfr. Hch 16, 14









R/. Aleluya, aleluya.


Abre, Señor, nuestros corazones, para que aceptemos las palabras de tu Hijo. R/.

Sus parientes decían que se había vuelto loco.

Del santo Evangelio según san Marcos: 3, 20-21

En aquel tiempo, Jesús entró en una casa con sus discípulos y acudió tanta gente, que no los dejaban ni comer. Al enterarse sus parientes, fueron a buscarlo, pues decían que se había vuelto loco. 

Palabra del Señor. 

Gloria a ti, Señor Jesús.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Que el sacrificio que te ofrecemos, Señor, nos purifique y también haga partícipes, finalmente, de los mismos sacramentos a todos a quienes nos une un mismo bautismo. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Prefacio

La unidad de la Iglesia, cuerpo de Cristo.

En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo, Señor nuestro. Por Él nos has conducido al conocimiento de tu verdad, para que fuéramos hechos miembros de su cuerpo mediante el vínculo de una misma fe y un mismo bautismo; por Él has enviado sobre todos los pueblos a tu Espíritu Santo, quien en la diversidad de sus dones, es admirable constructor de la Iglesia y autor de la unidad, habita en tus hijos de adopción y colma y gobierna a toda la Iglesias. Por eso, unidos al coro de los ángeles, te alabamos con alegría, diciendo: Santo, Santo, Santo...

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Jn 17, 21. 23

Que todos sean uno, como tú, Padre, en mí y yo en ti, somos uno, a fin de que sean uno en nosotros: yo en ellos y tú en mí, para que su unidad sea perfecta.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Alimentados con el sacramento de tu Hijo, te pedimos, Señor, que renueves en tu Iglesia la gracia de santificar que le has concedido, y que todos los que se glorían del nombre cristiano, merezcan servirte en la unidad de la fe. Por Jesucristo, nuestro Señor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario