miércoles, 16 de agosto de 2017

LECTURAS DEL MIÉRCOLES XIX DEL T. ORDINARIO 16 DE AGOSTO (VERDE)


Donde dos o tres se reúnen en mi nombre, ahí estoy yo en medio de ellos.






ANTÍFONA DE ENTRADA. Apoc 7, 9 

Vi una muchedumbre tan grande, que nadie podía contarla, de todas las naciones y razas, de todos los pueblos y lenguas.

ORACIÓN COLECTA

Señor, Dios nuestro, que en la alianza instituida por Cristo, de entre todas las naciones continúas formándote un pueblo que tu Espíritu Santo congrega en la unidad, haz que tu Iglesia, fiel a la misión que le confiaste, camine siempre con la familia humana, para que sea fermento y alma de la sociedad, de tal modo que sea renovada en Cristo y transformada en familia tuya. Él, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.

LITURGIA DE LA PALABRA

Murió Moisés en Moab, como había dicho el Señor, y no ha vuelto a surgir en Israel ningún profeta como él.

Del libro del Deuteronomio: 34, 1-12

En aquellos días, Moisés subió del valle de Moab al monte Nebo, a la cima del Pisgá, que mira hacia Jericó. Desde ahí le mostró el Señor todo el país: la región de Galaad hasta Dan; el territorio de Neftalí,de Efraín y de Manasés; todo el territorio de Judá hasta el mar Mediterráneo; las tierras del sur; el amplio valle que circunda a Jericó, la ciudad de las palmeras, hasta Soar, y le dijo: "Ésta es la tierra que les prometí a Abraham, a Isaac y a Jacob, diciéndoles que se la daría a sus descendientes. A ti te la he dejado ver con tus propios ojos, pero tú no entrarás en ella".


Y Moisés, siervo del Señor, murió ahí, en Moab, como había dicho el Señor. Lo enterraron en el valle de Moab, frente a Bet Fegor, pero hasta el día de hoy nadie ha conocido el lugar de su tumba. Moisés murió a la edad de ciento veinte años y no había perdido la vista ni las fuerzas. Los israelitas estuvieron llorando a Moisés en el valle de Moab treinta días, tiempo señalado para el duelo de Moisés.

Josué, hijo de Nun, estaba lleno del espíritu de sabiduría, porque Moisés le había impuesto las manos. Los israelitas lo obedecieron, como el Señor se lo había ordenado a Moisés.
No ha vuelto a surgir en Israel ningún profeta como Moisés, con quien el Señor trataba cara a cara; ni semejante a él en las señales y prodigios que el Señor le mandó realizar en Egipto, contra el faraón, su corte y su país; ni por su poder y los grandes portentos que hizo en presencia de todo el pueblo de Israel.

Palabra de Dios. 

Te alabamos, Señor.


Del salmo 65 

R/. Bendito sea el Señor.


Que aclame al Señor toda la tierra. Celebremos su gloria y su poder, cantemos un himno de alabanza, digamos al Señor: "¡Tu obra es admirable!" R/.


Admiremos las obras del Señor, los prodigios que ha hecho por los hombres. Naciones, bendigan a nuestro Dios, hagan resonar sus alabanzas. R/.

Cuantos temen a Dios, vengan y escuchen, y les diré lo que ha hecho por mí. A Él dirigí mis oraciones y mi lengua le cantó alabanzas. R/.



ACLAMACIÓN 2 Co 5, 19 




R/. Aleluya, aleluya.


Dios ha reconciliado consigo al mundo, por medio de Cristo, y nos ha encomendado a nosotros el mensaje de la reconciliación. R/.


Si tu hermano te escucha, lo habrás salvado.

Del santo Evangelio según san Mateo: 18, 15-20

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Si tu hermano comete un pecado, ve y amonéstalo a solas. Si te escucha, habrás salvado a tu hermano. Si no te hace caso, hazte acompañar de una o dos personas, para que todo lo que se diga conste por boca de dos o tres testigos. Pero si ni así te hace caso, díselo a la comunidad; y si ni a la comunidad le hace caso, apártate de él como de un pagano o de un publicano.


Yo les aseguro que todo lo que aten en la tierra, quedará atado en el cielo, y todo lo que desaten en la tierra, quedará desatado en el cielo.

Yo les aseguro también que si dos de ustedes se ponen de acuerdo para pedir algo, sea lo que fuere, mi Padre celestial se lo concederá; pues donde dos o tres se reúnen en mi nombre, ahí estoy yo en medio de ellos". 

Palabra del Señor. 

Gloria a ti, Señor Jesús.


ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Señor, acepta benigno los dones que te presentamos y concede a tu Iglesia, nacida del costado de Cristo dormido en la cruz, que por la participación en este sagrado misterio obtenga constantemente la santidad de vida que la haga más digna de responder a su autor, nuestro Señor Jesucristo. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos. 

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN.Jn 79, 34

Uno de los soldados le traspasó el costado con una lanza e inmediatamente salió sangre y agua.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN


Alimentados con el sacramento de tu Hijo, te pedimos, Señor, que hagas fecunda la actividad de tu Iglesia, por la cual revelas continuamente a los pobres la plenitud del misterio de salvación, ya que tú los has llamado a formar la parte predilecta de tu Reino. Por Jesucristo, nuestro Señor. 

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