domingo, 14 de julio de 2013

LECTURAS DEL DOMINGO XV DEL T. ORDINARIO 14 DE JULIO


"¿Y quién es mi prójimo?" 





ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 16, 15)

Yo quiero acercarme a ti, Señor, y saciarme de gozo en tu presencia.

ORACIÓN COLECTA

Señor, tú que iluminas a los extraviados con la luz de tu Evangelio para que vuelvan al camino de la verdad, concede a cuantos nos llamamos cristianos imitar fielmente a Cristo y rechazar lo que pueda alejarnos de Él, que vive y reina contigo...

LITURGIA DE LA PALABRA

Los mandamientos están muy a tu alcance para que puedas cumplirlos.

Del libro del Deuteronomio: 30, 10-14


En aquellos días, habló Moisés al pueblo y le dijo: "Escucha la voz del Señor, tu Dios, que te manda guardar sus mandamientos y disposiciones escritos en el libro de esta ley. Y conviértete al Señor tu Dios, con todo tu corazón y con toda tu alma.

Estos mandamientos que te doy, no son superiores a tus fuerzas ni están fuera de tu alcance. No están en el cielo, de modo que pudieras decir: `¿Quién subirá por nosotros al cielo para que nos los traiga, los escuchemos y podamos cumplirlos?' Ni tampoco están al otro lado del mar, de modo que pudieras objetar: `¿Quién cruzará el mar por nosotros para que nos los traiga, los escuchemos y podamos cumplirlos?' Por el contrario, todos mis mandamientos están muy a tu alcance, en tu boca y en tu corazón, para que puedas cumplirlos".

Palabra de Dios. 

Te alabamos, Señor.



Del salmo 68 

R/. Escúchame, Señor, porque eres bueno.

A ti, Señor, elevo mi plegaria, ven en mi ayuda pronto; escúchame conforme a tu clemencia, Dios fiel en el socorro. Escúchame, Señor, pues eres bueno y en tu ternura vuelve a mí tus ojos. R/.

Mírame enfermo y afligido; defiéndeme y ayúdame, Dios mío. En mi cantar exaltaré tu nombre, proclamaré tu gloria, agradecido. R/.

Se alegrarán al verlo los que sufren; quienes buscan a Dios tendrán más ánimo, porque el Señor jamás desoye al pobre ni olvida al que se encuentra encadenado. R/.

Ciertamente el Señor salvará a Sión, reconstruirá a Judá; la heredarán los hijos de su siervos, quienes aman a Dios la habitarán. R/.


Todo fue creado por medio de Él y para Él.

De la carta del apóstol san Pablo a los colosenses: 1,15-20


Cristo es la imagen de Dios invisible, el primogénito de toda la creación, porque en Él tienen su fundamento todas las cosas creadas, del cielo y de la tierra, las visibles y las invisibles, sin excluir a los tronos y dominaciones, a los principados y potestades. Todo fue creado por medio de Él y para Él.

El existe antes que todas las cosas, y todas tienen su consistencia en Él. Él es también la cabeza del cuerpo, que es la Iglesia. Él es el principio, el primogénito de entre los muertos, para que sea el primero en todo.

Porque Dios quiso que en Cristo habitara toda plenitud y por Él quiso reconciliar consigo todas las cosas, del cielo y de la tierra, y darles la paz por medio de su sangre, derramada en la cruz.

Palabra de Dios. 

Te alabamos, Señor.



ACLAMACIÓN (Cfr. Jn 6, 63. 68) 



R/. Aleluya, aleluya.

Tus palabras, Señor, son espíritu y vida. Tú tienes palabras de vida eterna. R/.


¿Quién es mi prójimo?

Del santo Evangelio según san Lucas: 10, 25-37


En aquel tiempo, se presentó ante Jesús un doctor de la ley para ponerlo a prueba y le preguntó: "Maestro, ¿qué debo hacer para conseguir la vida eterna?" Jesús le dijo: "¿Qué es lo que está escrito en la ley? ¿Qué lees en ella?" El doctor de la ley contestó: "Amarás al Señor tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas y con todo tu ser, y a tu prójimo como a ti mismo". Jesús le dijo: "Has contestado bien; si haces eso, vivirás".

El doctor de la ley, para justificarse, le preguntó a Jesús: "¿Y quién es mi prójimo?" Jesús le dijo: "Un hombre que bajaba por el camino de Jerusalén a Jericó, cayó en manos de unos ladrones, los cuales lo robaron, lo hirieron y lo dejaron medio muerto. Sucedió que por el mismo camino bajaba un sacerdote, el cual lo vio y pasó de largo. De igual modo, un levita que pasó por ahí, lo vio y siguió adelante. Pero un samaritano que iba de viaje, al verlo, se compadeció de él, se le acercó, ungió sus heridas con aceite y vino y se las vendó; luego lo puso sobre su cabalgadura, lo llevó a un mesón y cuidó de él. Al día siguiente sacó dos denarios, se los dio al dueño del mesón y le dijo: `Cuida de él y lo que gastes de más, te lo pagaré a mi regreso'.

¿Cuál de estos tres te parece que se portó como prójimo del hombre que fue asaltado por los ladrones?" El doctor de la ley le respondió: "El que tuvo compasión de él". Entonces Jesús le dijo: "Anda y haz tú lo mismo". 

Palabra del Señor. 

Gloria a ti, Señor Jesús.


Credo

PLEGARIA UNIVERSAL


Jesús nos ha invitado a amar a Dios con todo nuestro corazón y con toda nuestra alma, y a amar a los demás como a nosotros mismos. Movidos por este amor oremos.

Después de cada petición diremos:

Padre, escúchanos y aumenta nuestra fe.

Por la Iglesia, llamada por Jesús a dedicar sus mejores energías a los pobres, a los débiles, a los que están abandonados en los márgenes de los caminos. Oremos.

Por los que no creen en Jesús, pero trabajan al servicio de una vida más digna para todos. Oremos.
Por las vocaciones sacerdotales y religiosas. Oremos.

Por los niños y jóvenes que empiezan las vacaciones y participan en las actividades de verano que organizan las parroquias y los grupos de Iglesia. Oremos.

Por los abogados de México que ejercen su profesión buscando el bien y la justicia, y por los que no, también. Oremos.

Por nosotros, por nuestras familias, y por todas las personas que hoy queremos recordar ante Dios. Oremos.

Dios nuestro, Padre de todos, escucha nuestra plegaria y haz que sepamos dar con nuestra vida un buen testimonio de tu amor. Por Jesucristo...


ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Mira bondadosamente, Señor, las ofrendas de tu Iglesia suplicante, y conviértelas en alimento espiritual, que ayude a crecer en santidad a todos tus fieles. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Prefacio para los domingos del Tiempo Ordinario.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Sal 83, 4-5)

Dichosos los que se acercan a tu altar, Señor. Dichosos los que viven en tu casa y pueden alabarte siempre, Rey mío y Dios mío.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Te suplicamos, Señor, que esta Eucaristía que hemos recibido, nos ayude a amarte más y a servirte mejor cada día. Por Jesucristo, nuestro Señor.

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